Porque disfrutamos de cada entrenamiento, de cada gota de sudor, porque cada pequeño reto es sinónimo de felicidad, cada compañero es un eslabón de una cadena que cada día es más fuerte y sólida, nuestro reto, que el nombre de nuestra escuela infunda respeto por su seriedad y prestigio, y cada entrenamiento afianzamos ese reto.